fromthetree | 02 de abril de 2021
Ilustraciones y textos que este Viernes Santo proponen un recorrido que muestra la presencia de la salvación en la historia más reciente, que pueda ser reconocido por la experiencia común y explique cómo el fracaso de la cruz es la respuesta eficaz a la pretensión alienante del Poder.
¿Es acaso el dolor evitable? Si la solución estuviese en no sufrir lo tendríamos muy fácil, bastaría con bajar el telón. Pero la pregunta que permanece viva es si hay alguien, o algún lugar, que pueda hacerse cargo del sufrimiento del mundo y acogerlo en su seno.
La creación del mundo, el parto y la muerte en la cruz, forman parte de una misma historia. El universo, el útero y el sepulcro, son espacios llenos de una Presencia. Si en Navidad recordamos que la Virgen concibió y engendró en su útero humano al hijo de Dios, en Pascua miramos al sepulcro como al útero de la humanidad, que acoge en su seno una nueva vida que da origen a la Historia con dolores de parto.
Nuestra fe da cuenta no solo de los cambios, sino del acontecimiento que los provoca. La memoria colectiva es frágil y acomodaticia, y pronto se acostumbra a vivir de los efectos, como aquellos nueve leprosos que se conformaron con la consecuencia, y no se giraron a ver la causa.
El fracaso del Poder como fármaco para la enfermedad forma parte de la verdad de la salvación. Su fracaso, y no el nuestro. Su sacrificio, y no el nuestro. Pronto aprendemos a vivir sin Él, y nos consolamos imitándoLo. Nos consolamos con las formas, pero las heridas siguen sangrando.
Mostramos un camino a lo largo de la experiencia histórica que Europa ha adquirido a través de los grandes padecimientos del siglo. La técnica, que es la manifestación burda del Poder en nuestra época, nos ha separado de nuestra realidad como personas, y nos ha enfrentado con el mundo y entre nosotros.
El arte siempre es el primero en hacerse eco de las tensiones culturales. Si, por un lado, el formalismo estranguló de muerte a la creatividad, por otro, el dolor pronto demostró una enorme potencia creadora. Nosotros no somos quiénes para explicarlo, y mucho menos para alabarlo, pero sí podemos recoger sus efectos en el arte y en la cultura, y reconocer su capacidad salvífica.
Proponemos entonces un recorrido que muestra la presencia de la salvación en la historia más reciente, que pueda ser reconocido por la experiencia común, y que explique cómo el fracaso de la cruz es la respuesta eficaz a la pretensión alienante del Poder.
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Esta es la octava edición de un Vía Crucis que fromthetree empezó a publicar en Twitter en el Viernes Santo de 2014. Cada año va presentándolo en formatos diferentes (gel sobre cartón, tiza sobre pizarra, post-it, pizarra «mágica», etc.) y desde el año pasado decidió ir incorporando voces externas que le dieran mayor hondura y amplitud. En este sentido, la edición de 2020 contó con unos textos escritos ex profeso para el Vía Crucis por el poeta Miguel Ángel Herranz, también conocido como Miki Naranja (1978-2020).
La edición de este año presenta varias novedades. En primer lugar, su ubicación dentro de El Debate de Hoy, que ha apostado por incorporar esta propuesta de Vía Crucis dentro de sus contenidos, desarrollando de manera imaginativa el formato más adecuado para facilitar su visionado, lectura y contemplación.
En segundo lugar, la técnica empleada este año para plasmar las imágenes es la de pintura de oro sobre baldosa cerámica, habiendo contado para ello con la colaboración de la ceramista CuandoEllaTocaElPiano. Tomando como inspiración a Kandinsky y, una vez más, los dibujos sobre cerámica de Álvaro Siza en la Capilla de los Huesos de Évora, fromthetree ha tratado de depurar al máximo la línea, despojándola de todo elemento superfluo y tratando de remarcar al máximo la tensión vertical de las figuras.
Finalmente, cada una de las catorce estaciones va acompañada de un texto, todos ellos seleccionados por un equipo dirigido por el profesor Armando Zerolo, y que tratan de dialogar discretamente con las imágenes, ampliando su significado y alcance.
En una Semana Santa en la que el Arte no saldrá a la calle en forma de pasos procesionales, las salas del Museo del Prado nos permiten recorrer los misterios de la Pasión de Cristo a través de los grandes maestros de la pintura.
Arsenio Fernández de Mesa Sicre
Muchísimos contagiados de coronavirus pudieron morir sintiendo la cercanía, el calor y la paz de Dios gracias a que tantos sacerdotes prolongaron existencialmente el lavatorio de pies del Jueves Santo.